Plan Protégete Panamá
El sistema penitenciario panameño integra su capacidad de trabajo y mano de obra a la estrategia de mitigación y lucha contra el nuevo coronavirus.
Como parte de las políticas de reinserción social y terapia ocupacional, los reclusos empeñarán parte de su tiempo a labores destinadas a reforzar las medidas dictadas para frenar el contagio del COVID-19.
El anuncio lo hizo esta semana la ministra de Gobierno, Janaina Tewaney Mencomo, mientras rendía un informe de la situación de los centros penitenciarios del país, en esta emergencia sanitaria.
En el plan piloto para la confección de mascarillas de tela para distribuir en los centros penitenciarios del país participarán privadas de libertad del Centro Femenino de Rehabilitación Cecilia Orillac (Cefere).
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Este proyecto se extenderá a otros centros penitenciarios femeninos, según la demanda, y está alineado con la política de resocialización del Ministerio de Gobierno (Mingob), favoreciendo programas de terapia ocupacional.
El trabajo que realizarán las privadas de libertad contribuye a evitar la propagación de la pandemia del COVID-19 en los centros penitenciarios, asegurando también el uso de mascarillas entre la población carcelaria, como lo han sugerido los estudios internacionales y los expertos del Ministerio de Salud (MINSA).
Sumado a esta iniciativa, a través del Instituto de Estudios Interdisciplinarios, alrededor de 300 adolescentes en conflicto con la ley fabricarán jabones en los centros de custodia y cumplimiento de Herrera, Colón y en Las Garzas de Pacora, en Panamá.
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De esta manera, la población privada de libertad se incorpora con su trabajo al Plan Protégete Panamá, encaminado a mitigar el contagio de la nueva enfermedad por la que se ha declarado la mortífera pandemia.
Las mascarillas de tela se confeccionan cumpliendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, con doble capa de tela (no sintéticas), con una medida de corte de los paños de 9'X9' para que, una vez elaborada con los dobleces, quede a un tamaño de 7'X4'.
Las autoridades del MINSA han prescrito el uso de mascarillas de tela, incluso de elaboración artesanal, en cualquier escenario en el que no pueda aplicarse el distanciamiento social. Se debe lavar a diario con agua y jabón y dejarla secar completamente.